Haciendo Cospeles Cospel Recién Fabricado Acuñando Monedas

Aunque a los numismáticos a menudo se los caracteriza como estudiantes de las monedas, la disciplina actual incluye también el estudio de otras formas modernas del dinero y muchos aspectos con él relacionados, incluyendo su uso, historia, geografía, arte, economía, metalurgia, procesos de manufactura, etc. Entre otras formas modernas del dinero que estudia la numismática estarían el papel moneda o billete, la Bonística ( estudio de nuestros bonos provinciales), el cheque, las acciones y bonos empresariales (escripofilia), la tarjeta de crédito y la ficha monetaria (monetiformes). Para agrupar estos elementos en una sola categoría se ha adoptado un término; la exonumia. Esta palabra es utilizada en su mayoría por los coleccionistas de habla inglesa. Aunque en general los estudios económicos e históricos del uso y el desarrollo del dinero están separados del estudio del dinero físico que hace la numismática, existe no obstante relación entre ambos; las teorías del origen del dinero dependen de la numismática, por ejemplo. En este sentido la numismática juega un papel importante, ya que a través de las monedas (tiradas especiales, cambios de material, etc) consiguen descifrarse y comprenderse asedios, motivos reales e imperiales, flujos económicos, etc. Numismáticos y coleccionistas Los numismáticos son a veces diferenciados de los coleccionistas en tanto que los últimos básicamente derivan su placer de la simple posesión de objetos monetarios, mientras que la atención de los primeros se centra en la adquisición de conocimientos sobre ellos. De hecho, muchos numismáticos son también coleccionistas y algunos coleccionistas muestran interés por el conocimiento de sus objetos de colección. Puede llegar a constituirse en un elemento serio y hasta fundamental. Un hecho indiscutible, que las colecciones, realizadas con toda su técnica y sobre principios elementales, desarrolla una gama de cualidades que no siempre se adquieren solamente con el estudio.

El hábito de coleccionar, colocarlos de acuerdo a normas concretas, de organizar colecciones siguiendo esquemas y distribuciones precisas o un desenvolvimiento metódico, crea inconscientemente la cualidad del orden.

El rigor de la selección del material y el cuidado con que se debe realizar el trabajo práctico de una colección origina una cualidad útil, como es la pulcritud.

Pero cuando ésta labor lleva a quien la realiza a examinar con rapidez y a captar de inmediato los innumerables detalles que ofrece cada objeto, a realizar comparaciones, a valorar aspectos que para el “no iniciado” pasan inadvertidos, a emitir juicios y apreciaciones, es que el coleccionismo en general ha logrado la formación de un espíritu de observación, de estudio, de investigación y ha ayudado a ejercitar la memoria.

Y todas estas virtudes logradas por la práctica del coleccionismo son el fundamento y la esencia de la más eficaz y pura labor pedagógica.
En otro orden de cosas, digamos que una de las utilidades prácticas –y esto no necesita demostración pues está a nuestro alcance comprobarlo- es el de ser un instrumento de vinculación humana, en función social.

Ese deseo, natural en el hombre, de vincularse con otras personas, de conocer más allá de los límites de su medio habitual de vida, idealmente puede ser realizado con la utilización del sello postal puesto en una carta enviada a amigos lejanos.

El hombre, por naturaleza, tiende a difundirse hacia los demás, es decir que tiene una tendencia innata a hacerse conocer. Y cuando su cultura es positiva, la influencia social que ejerce sobre los demás también es positiva.

El coleccionismo, cumple esa misión en forma doblemente capaz: es vínculo de unión entre los hombres y los pueblos, enlaza inquietudes a través de la correspondencia, pero sobre el fin de coleccionar objetos que reflejan la historia, geografía, variaciones económicas, políticas, como instrumento de cultura, cumple una evidente función social al dar a conocer a los hombres de todo el mundo los aspectos culturales que se vuelcan en sus viñetas, al presentar en pequeñas reproducciones de esos elementos de cultura. Y nosotros, con el uso diario de estos elementos al coleccionarlos, practicamos de esa positiva acción social.